UNO:
Bajo la presidencia del General Roca, ante los riesgos de
algunos conflictos fronterizos, éste, con patriótica previsión, encomendó al
General Pablo Ricchieri que viajara a Alemania y adquiriera 40.000 fusiles
Mauser para equipar convenientemente al ejército.
El Gral Ricchieri formalizó rápidamente la compra de los
máuseres con las fábricas alemanas. En la entrevista final, se le acercó un
representante de los fabricantes, quien le presentó un sobre y le expresó:
“General, los
fabricantes me han encomendado que le entregara este sobre con el importe de «la
comisión» que le corresponde por su
intervención.”
Ricchieri abrió el sobre y encontró un cheque de un
considerable monto. Sin titubear, tomó el cheque, lo endosó y se lo devolvió al
funcionario diciéndole:
“MANDE TRES MIL
MÁUSERES MÁS”
DOS:
Unos años después, el gobierno argentino envió al Almirante
Onofre Betbeder a Inglaterra, para controlar la entrega de los acorazados
“Rivadavia” y “Moreno” en las debidas condiciones. Éste viajó a los astilleros de Southampton y por cuatro
meses inspeccionó los barcos tornillo a tornillo.
Al concluir
satisfactoriamente su inspección, telegrafió al gobierno argentino para que
saldara la cuenta. Al día siguiente, un empaquetado funcionario de levita, se
presentó en su oficina y le dijo:
“Almirante, permítame
que le entregue este sobre en reconocimiento por su trabajo y la imparcialidad
con que ha cumplido su misión”
Betbeder abrió el sobre y retiró un cheque, e inmediatamente
llamó a un secretario y le dictó la siguiente nota:
“El gobierno de la República Argentina
cumple en agradecer a los directores de los astilleros la rebaja por la
cantidad de 300 mil libras esterlinas que han tenido a bien hacerle sobre el
precio de los barcos.”
TRES:
Algunos años más tarde, bajo la presidencia de Victorino de la Plaza , el presidente del
Brasil viajó a la Argentina
en una visita de confraternidad. Se programó un banquete oficial para los
agasajados. Como éste no podía realizarse en la Casa Rosada , por
hallarse en reparaciones, se resolvió celebrarlo en la casa particular del
presidente, en la calle Libertad.
Al día siguiente del banquete, Victorino de la Plaza llamó a su ama de
llaves y comenzó a extender los cheques, de su cuenta personal, para pagar a
los proveedores. Al concluir, le observó al ama de llaves:
“Señora, falta la
cuenta de los vinos.”
“Señor Presidente,
como era una comida oficial, se trajo los vinos de la bodega de la Casa de Gobierno.”
Plaza le contestó;
“Señora, en mi casa el
gobierno no paga los vinos. ¡Vaya al almacén y reponga a la bodega las botellas
que se consumieron!”
Resulta interesante
aclarar que en aquel entonces, la
Argentina ocupaba el SEXTO lugar en la escala mundial, POR SU
GENTE.
Buen día Henry, excelente tu Blog y gracias por compartir tus conocimientos e inquietudes. Un abrazo.
ResponderEliminarAntonio
HOLA QUERIDO TÍO!!!
ResponderEliminarQUÉ BUENO VERTE DE NUEVO EN INTERNET. ME ENCANTARON LAS TRES HISTORIAS SOBRE LA HONESTIDAD DE LAS PERSONAS. QUÉ LEJOS ESTAMOS DE ÉSOS EJEMPLOS!!!, PERO... NO PIERDO LAS ESPERANZAS DE QUE EL MUNDO MEJORE.
BESOS DIANA
HENRY NO CONOCIA DE ESTAS HABILIDADES TUYAS, FELICITACIONES Y NO HAY DUDAS ENTIENDO PORQUE LAS SIPOWICZ SON COMO SON, TIENEN SANGRE.....Y FUERZAS, Y ENTUSIASMO, Y ESO HE VISTO AL LEER TUS ANECDOTAS.
ResponderEliminarMUY SIMPATICAS, ENTRETENIDAS, Y SIGA PALANTE COMO DICEN LOS PANAMEÑOS
AH ME OLVIDABA NO SE SI TE ACORDARAS DE MI SOY TERESA CECCHETTO, QUIZAS COMO TERE PEREA TE SUENE, PERO AMIGA DE TUS HIJAS Y SOBRINAS
DIANA ME ENVIO TU SITIO BLOGUERO, DE NUEVO SIGA ADELANTE
TERE
He ingresado varios comentarios felicitándote por tu Blog pero no figuran en esta página, por lo tanto reitero mi alegría al ver que continuas con las publicaciones, todas super interesantes, cariños y espero verte cuando vengas para navidad. Un abrazo, Elena
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